Desinstala aplicaciones que no utilices

Además de mejorar el rendimiento de tu equipo, desinstalar el software que no utilizas reduce posibilidades de infecciones y ataques informáticos.

Los programas y aplicaciones de cómputo tienen fallas y errores que no podemos evitar, al almacenar software que no es útil para nosotros, dejamos la puerta abierta a posibles ataques inesperados por medio de estas aplicaciones.