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Más de un millón de afectados

Autoridades federales de Estados Unidos recaudarán $8 millones de dólares de miembros de una operación de scareware, la cual estafó a más de un millón de personas para que instalaran el software falso de seguridad en sus equipos.

Marc D"Souza y su padre, Maurice D"Souza, convinieron pagar $8.2 millones de dólares por "ganancias mal habidas" generadas a través de estafas, las cuales se basaban en títulos de software como Winfixer, Drive Cleaner y Antivirus XP. La operación trabajó para que sus sitios web aparentaran ser sitios web legítimos, mediante anuncios que fueron manipulados para hacerse pasar como escáneres de antivirus, los que inevitablemente, siempre encontraban infecciones que podrían ser únicamente reparadas con paquetes que costaban entre $40 y $60 dólares.

La Comisión Federal de Comercio (CFC) de los Estados Unidos -que en 2008 presentó cargos de fraude contra Innovative Marketing, ByteHosting Internet Services entre otros individuos – argumentó que la supuesta operación se esforzó demasiado para engañar a algunos de los sitios web más populares del mundo a través de anuncios engañosos. Cuando algún sitio rechazaba los anuncios, los acusados formaban agencias de publicidad falsas, las cuales colocaban anuncios maliciosos en ellas mismas.

La CFC ha sido criticada anteriormente por entablar demandas poco enérgicas contra defraudadores de Internet, quienes abiertamente están violando la ley. El caso contra Innovative Marketing y ByteHost muestra el caso más sonado de la comisión. Los fiscales del gobierno han perseguido con perseverancia a los acusados, algunos han partido al extranjero, luego de que no se presentaban a las audiencias y se burlaran de la orden de un juez que ordenó cerrar sus operaciones.

En 2009, el acusado, James Reno acordó pagar una multa reducida de $116,000 dólares y se comprometió a salir del negocio del scareware para siempre. La CFC ya ha dictado sentencias por desacato a otros tres acusados. La demanda continua con el único acusado restante, Kristy Ross.

Para saber más acerca de la sentencia de la CFC de los Estados Unidos dé clic aquí.